jueves, 16 de septiembre de 2010

A PRISIÓN EL CLIENTE QUE MATÓ AL DUEÑO DEL BAR SAN VALERIANO



Pocos minutos antes de las dos de la tarde de ayer llegaba a los Juzgados de Torrent Brahim H. Con la cabeza mirando al suelo y a paso ligero el acusado de matar al dueño de un bar de Torrent evitaba así enfrentarse al foco inquisidor de las cámaras, consciente, aunque ya tarde, del brutal crimen que cometió, de forma sorpresiva y premeditada, el lunes por la noche en la calle San Valeriano de Torrent.


El acusado, molesto porque el propietario del local no quiso servirle más alcohol, decidió acabar con su vida y esperó a que cerrara el negocio para asestarle, a traición, una cuchillada en el pecho, como informó ayer Levante-EMV. Francisco A. P., de 57 años, fallecía horas más tarde en el Hospital La Fe de Valencia, como consecuencia de la grave herida de arma blanca, la cual le perforó el pulmón.

La titular del Juzgado de Instrucción número tres de Torrent, decretó, a instancias de la fiscal, el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, del acusado de un delito de homicidio. Previamente, Brahim H., de 43 años y nacionalidad marroquí, se había acogido a su derecho de no declarar en su comparencia ante la jueza de instrucción.

No obstante, el acusado de matar de una cuchillada en el pecho a Francisco A. P. sí que declaró en dependencias policiales el día anterior, tras ser detenido. Según ha podido saber este periódico, el presunto homicida alegó ante la policía que el dueño del bar le insultó antes de tirarlo del local. Asimismo, entre sus argumentaciones para justificar tan horrendo crimen, Brahim H. afirmó que su víctima le llamó "terrorista" y fue eso "lo que más le enfureció", según apuntaron estas mismas fuentes.

"Niega que cogiera el cuchillo"

Respecto a la hora en la que se produjo esta discusión, el imputado la sitúa en torno a las tres y media de la tarde del lunes, mientras que los testigos explicaron que fue alrededor de las ocho de la tarde.

Lo cierto es que a las nueve de la noche, esta misma persona se encontraba en otro bar próximo a la calle San Valeriano de Torrent tomando unas cervezas, lugar donde confesó a otro cliente sus intenciones de matar al dueño del bar por el incidente ocurrido poco antes. Pese a sus comentarios homicidas, los allí presentes creyeron que se trataba de "un borracho que no sabía lo que decía" y no alertaron a la policía. "¿Cómo vas a pensar que va en serio"?", se lamentaba María del Carmen.

A las 21.45 horas Brahim abandonó este local y se marchó a esperar a que su víctima cerrara el bar. Al ser interrogado por la policía sobre este punto, el acusado comenzó a dudar y manifestó que no recordaba nada.

Del mimo modo cuando intentaron averiguar el momento en el que fue a por el arma homicida, el imputado declaró que no recuerda que llevara ningún cuchillo. Esta pérdida selectiva de recuerdos no encaja con los hechos, ya que la patrulla de la Policía Local que procedió a su detención lo sorprendió con el cuchillo ensangrentado todavía en la mano.

Paco no tuvo posibilidad de defenderse y después de dar unos pasos camino del ambulatorio cayó desplomado. Un vecino, que intentó ayudarlo, también fue atacado por el acusado pero no llegó a resultar herido. La grave herida, que le afectó al pulmón, hizo inútiles los intentos por reanimar a este buen hombre de 57 años.

Familiares y amigos de Paco le rinden un último homenaje en su funeral

Los familiares, amigos y conocidos de Francisco A. P. se congregaron ayer por la tarde en la Iglesia de Monte-Sión de Torrent para rendir un último homenaje a este gran hombre, apreciado por aquellos que lo conocían de su trabajo diario al frente del bar San Valeriano y muy querido por sus más allegados.

Su viuda y su hija de 25 años, destrozadas por este crimen que todavía no logran entender, prefirieron no ponerse para que les dieran el pésame al acabar la Eucaristía -no estaban con ánimos de recibir el apoyo de toda la gente allí congregada-.

En su sermón, el sacerdote tuvo palabras en recuerdo de Paco. "Todos lamentamos esta muerte violenta; este crimen que ha terminado con la vida de un hombre lleno de vitalidad". Así, durante las plegarías, el cura pidió por el alma de Francisco y por la reinserción de su asesino.

Pero los comentarios de los presentes al salir de la Iglesia iban en otro sentido, clamando justicia y una pena más severa para el hombre que presuntamente asesinó a Paco. Las muestras de cariño hacia este buen hombre se sucedieron a los largo del día y ayer se podían ver velas y ramos de flores a las puertas del bar donde halló la muerte.

Fuente: Levante-emv

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